Hace unos días estaba escuchando una charla interesante de esas que hay sobre el propósito de la vida. La chica que hablaba decía que lo más importante es tener un propósito en la vida, y que sin ese propósito, en realidad no puedes ser feliz.

Y a mí me entraron las dudas porque me sonaba a chino. Yo no estaba en esa forma de pensar. No iba conmigo y no creo que eso fuera con la mayor parte de la gente que estábamos escuchando la charla. Luego caí en la cuenta de que eso tenía mucho que ver con la pirámide de Maslow.

En mi experiencia, por más que hagan el vértice azul muy grande, un 80% de las personas no pasa a preocuparse de sus necesidades de autorrealización. No hay más que ver las encuestas del CIS o de quien sea, de los problemas que más preocupan a los españoles, a las personas que sea. Casi siempre tenemos los mismos, en un orden u otro:

Paro, delincuencia, vivienda, pensiones, corrupción. Todo esto está en el segundo nivel. La gente está fundamentalmente preocupada por su seguridad, incluyendo en ella el trabajo, la vivienda, la salud, etc. Entonces, ¿cómo va a estar pensado en la autorrealización? Pues a duras penas.

Así que, efectivamente las más altas cuotas de necesidad sin duda producen las más altas cuotas de felicidad; pero como no tengas resuelto lo anterior, malamente vas a ser feliz planteándote un propósito en la vida.

Dicho todo esto, en mi caso en concreto, seguramente en el momento este en el que escribo, tenga que aceptar que aún no tengo resueltas algunas necesidades en cuanto a reconocimiento, y que antes de preocuparme decididamente por llevar a cabo mi meta en la vida, tenga que poner en orden algunas otras cosas.

Suerte con tus necesidades.