GDPR está dando muchos, pero que muchos dolores de cabeza a grandes y pequeñas empresas. ¿Por qué tanta preocupación con esto? ¿Quién sale ganando?

Los usuarios son los que realmente salimos ganando

Desde mi modesto punto de vista, somos nosotros, los usuarios, los que realmente salimos ganando.

Aún no somos conscientes de ello, pero el caso es que GDPR está aquí, sobre todo para cambiar algunas reglas que no nos favorecían en absoluto, fundamentalmente en el uso que hacíamos de Internet. GDPR son una serie de reglas para permitir que los usuarios controlemos lo que se hace con nuestros datos, y lo que no se hace, además de asegurarnos de que están protegidos.

Es un paso de gigante. El control lo tenemos los usuarios, y ahora, nos toca ejercerlo. Os pongo un ejemplo mío, en concreto, de ayer. Es un correo que escribo al administrador de una finca de mi propiedad que tengo alquilada, ante su petición de datos de los inquilinos para poner acceder a la piscina. Por supuesto, son datos de carácter personal. Anteriormente, no tenía una ley fuerte que me permitiera exigir información sobre cómo van a tratar esos datos y si los van a ceder a terceras empresas y para qué. Ahora lo puedo reclamar, y lo hago.

Tomemos nota todos y tomemos un control fuerte de los datos que tienen las empresas de nosotros y para qué los usan.

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Pero hay otro gran ganador, que actualmente va de tapado. ¿Os habéis fijado en cuantos mail hemos recibido, sobre todo en mayo, pidiendo nuestro consentimiento para hacer cosas? Se estima que entre el 80 y 90% de los usuarios no han contestado. ¿Qué quiere decir eso?

Pues ni más ni menos que existe una brecha inmensa entre nosotros, los usuarios, y la forma en la que las empresas hacen publicidad que, en general, no llega, no les prestamos atención. Esto va a tener unas repercusiones enormes porque el marketing va a cambiar doblemente: primero por GDPR en sí, por sus nuevas formas de solicitar consentimiento, y luego porque el marketing actual, en muchos casos, no está sirviendo a su propósito.

¿Llega el mensaje?