Si buscas trabajo, te encontrarás trabajando.
Y esto para la mayor parte de la gente, señor mío, no es un éxito; es un fracaso, y te voy a explicar por qué.
Tanto nos han metido la idea de trabajar en la cabeza que prácticamente desde los 10 años comenzamos a pensar que tenemos que estudiar una buena carrera para tener un buen trabajo. ¡Como si eso fuera un fin en sí mismo! ¡Como si esa fuera la única forma de vivir; de ser feliz!
Y es justo lo contrario. Nadie quiere trabajar, porque trabajar no te hace feliz; porque trabajar no es forma de vivir. Y si no, piensa en qué harías si de repente te tocaran 100 millones en la lotería. Lo primero, dejar de trabajar. Es el deseo universal del 99% de las personas. El 1% restante son distintas; y como lo más probable es que nunca te toque la lotería de esa forma, mejor pensar porqué ese 1% no dejaría de trabajar inmediatamente. Lo que sucede es que hay un 1% de la población (por poner una cantidad, que bien puede ser el 0,5 o el 3%, pero en cualquier caso una minoría) que hizo otra elección. Esa gente no eligió trabajar, eligió dedicarse a algo que les gustaba, y que luego, además, generaba dinero.
Rafa Nadal no eligió trabajar ni ser millonario; eligió su pasión, jugar al tenis, y eso le hizo millonario. Y siendo millonario como es desde hace muchos años (escribo en 2018), y pudiendo no “trabajar”, sigue jugando pese a las lesiones y a todo porque no es un trabajo; es lo que le gusta. Lo mismo puede aplicarse a todos los deportistas que admiramos. Y eso vale para todas las profesiones que consideramos vocacionales, te hagan rico o no. Deportistas, artistas, escritores, médicos, etc. ¿Has oído de qué hablan 2 médicos cuando quedan a tomarse unas cervezas? La mitad de las veces, de medicina. Adoran su profesión.
Entonces, si eres de los que su trabajo no les llena, de aquellos que no trabajarían gratis porque no aman su trabajo, en ese caso estás haciendo algo mal. Decidiste buscar trabajo en vez de buscar felicidad, has decidido tener un trabajo, en vez de hacer lo que te gusta, y por suerte o desgracia, has encontrado lo que buscabas.
La buena noticia es que siempre estás a tiempo de cambiar. [Pasa la acción]